Perspectivas ASG: De los imperativos morales a la materialidad financiera
La directora de responsabilidad, Michelle Dunstan, analiza la trayectoria de la inversión responsable, la integración de datos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG), y el cambiante panorama de la regulación de la inteligencia artificial (IA) y las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI). Sus perspectivas para 2025 destacan un marcado cambio hacia el sentido práctico, la estandarización de datos y las estrategias inclusivas que tienen como objetivo fomentar el progreso organizativo.
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Aspectos destacados:
- Se espera que en 2025 el sector de la inversión vuelva a los fundamentos de la inversión responsable. Este cambio, motivado por las complejidades geopolíticas, hace hincapié en los esfuerzos ASG prácticos e importantes desde el punto de vista financiero. De forma similar, vemos que el panorama de la DEI se centra más en las prácticas medibles, lo que pone de relieve la necesidad de que las organizaciones se adapten.
- La evolución de las normas de información ASG y el impulso normativo a favor de la divulgación de información están mejorando la disponibilidad y fiabilidad de los datos ASG para los inversores, pero sigue habiendo retos a la hora de agregar estos datos e integrarlos en los procesos de toma de decisiones de inversión.
- Además, la adopción y regulación responsables de la IA serán imprescindibles para mitigar los riesgos asociados al uso indebido de esta tecnología transformadora.
Creemos que el mundo de la inversión está preparado para realinearse con los principios fundamentales de la inversión responsable, haciendo hincapié en la materialidad financiera y las prácticas basadas en la evidencia. Este cambio está impulsado por un reconocimiento mundial de las intrincadas conexiones entre los acontecimientos geopolíticos y la política nacional, lo que subraya la importancia de adherirse a los fundamentales de la inversión.
La conferencia PRI in PERSON celebrada en Toronto en octubre de 2024, que atrajo a más de 2100 profesionales, sirvió como testimonio de este cambio. Los debates señalaron un cambio de los imperativos morales a los aspectos prácticos, lo que refleja un creciente pragmatismo en la industria que está fuertemente influenciado por los participantes estadounidenses.
En Janus Henderson, estos principios siempre han estado al frente de nuestras actividades de inversión responsable. Creemos que un enfoque reflexivo, práctico, orientado a la investigación y con visión de futuro para la integración de principios ASG no solo respalda el deber fiduciario de los gestores de inversiones, sino que también puede ser beneficioso para lidiar con los acontecimientos geopolíticos. Además de las tensas relaciones internacionales, los inversores deben seguir afrontando las implicaciones del cambio climático, la seguridad energética y los problemas en la cadena de suministro. El papel de la geopolítica en los criterios ASG es cada vez más destacado, con importantes inversiones en energías limpias por parte de China y el plan de Transformación Verde de Japón como principales ejemplos.
Los problemas a gran escala, como la descarbonización de la red eléctrica, requieren supervisión normativa e incentivos legislativos, lo que subraya la necesidad tanto de un compromiso político sistémico como de un diálogo específico a nivel empresarial. Este enfoque es vital a medida que los inversores sopesan los resultados financieramente importantes de sus decisiones en 2025 y en adelante.
Las iniciativas DEI cambian, pero persisten
Durante la última década, las iniciativas DEI se han convertido en el centro de las discusiones estratégicas dentro de las organizaciones en un contexto político que está cambiando. A pesar de las opiniones encontradas en cuanto a su eficacia a la hora de dar forma a la cultura laboral y lograr resultados concretos, el compromiso de fomentar lugares de trabajo equitativos e inclusivos sigue siendo inquebrantable.
Dicho esto, algunas empresas han eliminado o se están replanteando sus programas DEI, cambiando su énfasis hacia conceptos como la pertenencia y la inclusión y yendo más allá de la mera representación como métrica de éxito. Esta transición subraya una creciente expectativa de que los esfuerzos DEI produzcan beneficios comerciales que se puedan medir. Estos pueden incluir la innovación, la retención de empleados y la satisfacción del cliente. Sin embargo, centrarse únicamente en los resultados cuantificables puede pasar por alto objetivos culturales más amplios y puede no abordar las barreras sistémicas.
También han surgido desafíos normativos y legales, especialmente en lo que respecta a las prácticas de contratación relacionadas con la raza o el género, lo que ha provocado un mayor escrutinio de las estrategias DEI. Además, la definición de DEI se está ampliando más allá de las categorías tradicionales para abarcar la salud mental, la neurodiversidad y el estatus socioeconómico, lo que refleja una comprensión más integral de la diversidad.
Los enfoques de implementación también están cambiando, con una tendencia hacia la integración de las responsabilidades DEI en varios departamentos en lugar de centralizarlas dentro de roles o departamentos específicos DEI. Este enfoque tiene como objetivo integrar los principios DEI más profundamente en el tejido organizacional para alinearlos con prácticas más amplias de recursos humanos, gestión y liderazgo.
A pesar de los desafíos y los cambios, creemos que los objetivos fundamentales DEI (crear un entorno justo en el que todos los empleados puedan prosperar) siguen siendo cruciales para las organizaciones. Esto es evidente en Janus Henderson, donde los principios DEI son parte de nuestros valores fundamentales y guían nuestro compromiso de enfatizar la importancia del pensamiento diverso, la autenticidad y las perspectivas inclusivas para ayudarnos a superar las expectativas de nuestros clientes.
Agregación e integración de datos ASG
Tener en cuenta los riesgos y oportunidades ASG a lo largo del proceso de inversión puede dar lugar a mejores resultados para los inversores. Sin embargo, la cuantificación de estos riesgos y oportunidades siempre ha presentado desafíos. Históricamente, los informes corporativos sobre cuestiones ASG han sido irregulares, cualitativos o no estandarizados en todas las empresas.
Afortunadamente, los tiempos empiezan a cambiar. Los organismos que establecen normas ASG con orientación financiera están definiendo las mejores prácticas, para deleite de los responsables de regulación de todo el mundo. Este apoyo normativo está allanando el camino para que los inversores accedan a una gran cantidad de datos ASG de las empresas, aunque la agregación de estos datos y su integración en el proceso de toma de decisiones de inversión presentan desafíos únicos.
Para mejorar la cobertura de datos de las carteras, los gestores de inversiones suelen utilizar varios proveedores de datos ASG de terceros o llenan las lagunas con datos propios. Tener una taxonomía sólida para organizar estos datos permite actividades críticas posteriores, incluido un motor de cálculo central y herramientas de visualización de datos.
Las prácticas de datos sólidas permiten un enfoque coherente y metódico. Es imperativo que las métricas a nivel de cartera que los gestores de inversiones están analizando se alineen con las que se evalúan en toda la organización, por ejemplo, por los equipos de gestión de riesgos que miden el riesgo financiero, por los departamentos de cumplimiento que mantienen exclusiones o criterios de inversión vinculantes, y por los equipos de informes de clientes en el desarrollo de informes regulatorios y no regulatorios. Acertar con este enfoque permite a los gestores de inversiones adoptar una postura sobre áreas de debate dentro del sector, como el de si las posiciones cortas deberían compensar las posiciones largas, o cómo se tratan el efectivo o los derivados.
Para respaldar este enfoque, hemos desarrollado una herramienta de datos ASG patentada llamada «ESG Explore». Esta herramienta ofrece información detallada sobre los datos, tanto a nivel de cartera como de emisor, con módulos sobre calificaciones ASG, métricas climáticas, participación en negocios controvertidos, datos de participación propios e indicadores normativos, con más mejoras en el horizonte.
Incluso si los organismos normativos mundiales siguen consolidándose y los responsables de regulación adoptan mejores prácticas en la presentación de informes, los datos relacionados con factores ASG que los gestores de inversiones pueden esperar recibir de las empresas requerirán ser procesados y depurados. Esta sigue siendo un área clave sobre la que enfocarnos en 2025 para poder sacar a la luz de manera útil datos para nuestros equipos de inversión y clientes.
La IA responsable ocupa un lugar central
La IA está avanzando notablemente en un espectro de capacidades de inteligencia fundamentales, como el reconocimiento de voz, el reconocimiento de imágenes, la comprensión lectora, la comprensión del lenguaje y el razonamiento predictivo. Estos avances, que ahora están alcanzando o incluso superando los niveles de rendimiento humano, han dado lugar a una fiebre del oro de la inversión, con unas expectativas de inversión en infraestructura de IA estimadas en 1 billón de dólares estadounidenses en los próximos años.1
Pero a medida que las aplicaciones de la IA generativa (Gen AI) se extienden a las empresas y los consumidores, se extienden los temores sobre el uso indebido y la seguridad. Los errores (o las llamadas alucinaciones) en los modelos de la IA generativa, el sesgo en los resultados, las preocupaciones sobre el robo de propiedad intelectual, el impacto ambiental e incluso las amenazas existenciales que plantea la inteligencia artificial general (AGI) están siendo objeto de debate activo.
Dadas estas preocupaciones, la regulación de la IA está llegando, sobre todo con la Ley de IA de la UE que entró en vigor el 1 de agosto de 2024, pero también con regulaciones nuevas y propuestas a nivel nacional y a nivel estatal en los EE. UU. Al mismo tiempo, los países compiten para atraer inversiones en IA y promover la innovación, un complicado acto de equilibrio.
Desde el punto de vista de la inversión responsable, la IA representa un desafío importante. La IA no es inherentemente buena o mala; ofrece beneficios potencialmente importantes para la humanidad, pero también es vulnerable a un uso indebido.
Los avances de la IA prometen mejorar significativamente la salud humana a través de herramientas mejoradas de diagnóstico y monitoreo de la salud, siempre que se aborden las preocupaciones sobre la privacidad. Si bien la IA tiene la capacidad de automatizar tareas repetitivas y potencialmente enriquecer ciertos roles laborales, también genera preocupaciones sobre pérdidas de empleo. Además, la IA podría ser fundamental para abordar los desafíos ambientales y reducir las emisiones de carbono, aunque sus patrones actuales de consumo energético pueden contribuir al aumento de las emisiones.
Se requiere un enfoque sensible hacia la IA responsable. No existe un marco de trabajo sencillo disponible que se pueda aplicar. Además, los modelos de puntuación unidimensionales no logran captar la complejidad emergente. Es esencial una regulación eficaz, pero la administración y el compromiso de los inversores también son cruciales para garantizar que captamos las ventajas y limitamos las desventajas de esta tecnología revolucionaria.
Sortear los desafíos para un futuro mejor
En 2025, esperamos que el panorama de la inversión responsable experimente un cambio significativo hacia sus fundamentales básicos, con un marcado énfasis en la materialidad financiera, las prácticas basadas en la evidencia y un enfoque pragmático hacia la integración de criterios ASG. Esto marca un momento crucial en el que la integración de datos ASG exhaustivos, la aplicación responsable de la IA y la evolución de las iniciativas DEI se convierten en temas centrales del comportamiento corporativo y, por tanto, en estrategias de inversión. Estos cambios reflejan un reconocimiento más profundo de las complejidades de los desarrollos geopolíticos, los avances tecnológicos y la dinámica social, lo que insta a los inversores a adoptar enfoques más matizados, informados y éticos.
A medida que la industria avanza, la capacidad de navegar por estos cambios, aprovechando prácticas de datos sólidas, involucrándose de manera responsable con la IA e incorporando principios inclusivos DEI, será crucial para lograr resultados de inversión sostenibles. Este panorama en evolución presenta tanto desafíos como oportunidades, lo que pone de relieve la necesidad de que los inversores se mantengan informados, adaptables y comprometidos con los principios de inversión responsable en línea con la creación de valor a largo plazo.
1 Fuente: Goldman Sachs, «Gen AI: ¿demasiado gasto, demasiado poco beneficio?» 27 de junio de 2024.
La integración ambiental, social y degobernanza (ASG) es la consideración de los riesgos y oportunidades de ASG importantes desde el punto de vista financiero a lo largo del proceso de inversión.
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