Ni demasiado «long» ni demasiado «short»: el argumento a favor del retorno absoluto
Las ineficiencias en los mercados siempre existirán porque la información es imperfecta y el comportamiento de los inversores es impredecible. Los inversores pueden malinterpretar las perspectivas de una empresa, mientras que los mercados pueden sobrerreaccionar a noticias negativas. Todo ello puede crear oportunidades para las estrategias de inversión capaces de generar rentabilidad positiva con independencia de las condiciones de mercado en cada momento.
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Aspectos destacados:
- Los precios actuales tanto de las acciones como de los bonos parecen más bien caros, lo que invita a preguntarse qué estrategias alternativas pueden utilizar los inversores para gestionar el riesgo en sus carteras.
- Las políticas altamente acomodaticias de los gobiernos y de los bancos centrales han situado la relación entre la renta fija y la renta variable en un terreno incierto.
- El Janus Henderson Absolute Return Fund ha sido aprobado para su clasificación como producto conforme al artículo 8, una decisión que refleja los esfuerzos para integrar las consideraciones medioambientales y sociales en el proceso de inversión.
Las estrategias «long-short» de renta variable orientadas al «retorno absoluto» se centran en explotar dichas ineficiencias del mercado para generar rentabilidades absolutas (es decir, superiores a cero) en diversos tipos de entornos.
El «long-short» explicado
La inversión «long» clásica implica poner tu dinero en activos (ya sean acciones, bonos o inmuebles) con la confianza/esperanza de sacar partido de su revalorización en el tiempo. La inversión «short» es una forma de inversión que puede beneficiarse si el activo subyacente se deprecia; la técnica más habitual es tomar prestado un activo (a cambio de una comisión) y a continuación venderlo con la intención de recomprarlo por menos de lo que lo vendiste y devolvérselo a su propietario original en la fecha estipulada. De acertar, esta estrategia puede generar rentabilidad a partir de activos que están depreciándose. Pero también puede hacer perder dinero si el precio del activo subyacente aumenta.
Estrategias más flexibles permiten además ajustar activamente la proporción mantenida entre inversiones largas y cortas, lo que puede mejorar su adaptabilidad. Mantener una proporción relativamente grande de inversiones largas puede hacer a una estrategia más sensible a las condiciones de mercado, una apuesta congruente con una postura optimista sobre las perspectivas para los mercados de renta variable; un posicionamiento corto neto (mantener una mayor proporción de posiciones cortas que largas) puede ser indicativo de dificultades previstas en los mercados, o de que las acciones presentan precios demasiado caros. La exposición neta puede ajustarse para el conjunto de la cartera, por sector, por región o incluso a nivel de las acciones individuales, permitiendo a los inversores adaptar su exposición en línea con sus expectativas.
But… why absolute return?
Las estrategias tradicionales de asignación de activos basadas en la renta variable y la renta fija han brindado a los inversores una útil herramienta a lo largo de las últimas dos décadas (gráfico 1), y lo han seguido haciendo durante gran parte de la pandemia. Las asignaciones a renta fija ayudaron a amortiguar el desplome inicial del mercado que siguió al periodo de shock e incertidumbre en marzo de 2020. Por su parte, las Bolsas reaccionaron con fuertes repuntes a la intervención en masa de los bancos centrales y los gobiernos en apoyo de las economías y el empleo.
Fuente: Refinitiv Datastream, del 31 de diciembre de 2002 al 31 de enero de 2022. Reajustado a 100 en la fecha de inicio. La rentabilidad histórica no predice rentabilidades futuras.Note: ‘Global equities’ is the MSCI World Total Return Index (in US dollars). ‘Global bonds’ is the JPM GBI Global All Traded Index. ‘50% equity/50% bond’ represents a simple 50/50 strategy equally allocated to equities and government bonds.
Noviembre de 2020 supuso un momento importante, al responder los mercados positivamente a la noticia del descubrimiento de la vacuna de Pfizer, un optimismo que continuó durante la mayor parte de 2021 pese a la incertidumbre suscitada por la aparición de nuevas cepas con diferentes grados de transmisibilidad y virulencia. Es evidente que ello ha situado las valoraciones tanto de la renta variable como de la renta fija en niveles caros. Esto, a su vez, está llevando a los inversores a buscar estrategias alternativas para gestionar mejor el riesgo en sus carteras.
¿Podrían las estrategias de diversificación tradicionales no proteger a los clientes en la próxima recesión?
La historia nos muestra que la diversificación no es algo que debamos dar por sentado. Los gobiernos y los bancos centrales han aplicado políticas altamente acomodaticias, lo que ha empujado la relación entre la renta fija y la renta variable hasta territorio incierto. Para los principales bancos centrales del mundo, las compras de grandes cantidades de deuda pública (y otros activos) orientadas a estimular la actividad económica se han traducido en una considerable expansión del tamaño de su balance (gráfico 2).
Aunque este torrente de liquidez ayudó a los gobiernos a financiarse durante la pandemia, también ha contribuido a inflar los precios de los activos. Los bancos centrales afrontan ahora la delicada tarea de encontrar la fórmula para ir retirando sus medidas de estímulo («tapering») sin crear el detonante de una nueva crisis. La Reserva Federal estadounidense ha sido el primero de los grandes bancos centrales en moverse, reduciendo sus compras mensuales de bonos de 120.000 millones de USD en noviembre de 2021 con la intención de cancelarlas por completo en marzo de 2022. Por su parte, a finales de 2021 el Banco de Inglaterra sorprendió al mercado subiendo sus tipos de interés por primera vez desde 2018. Esta postura inesperadamente dura ha generado una reacción negativa en los mercados, ilustrada por retrocesos tanto de la renta variable como de la renta fija1 en enero de 2022.
Productos que cubren las necesidades de los inversores modernos
La demanda de estrategias «long/short» de renta variable sigue al alza, mientras la correlación entre las acciones continúa su descenso desde el máximo registrado en los primeros compases de la pandemia. Durante los últimos meses se ha producido además una rotación desde el «growth» hacia el «value», apoyada por la subida de los tipos de interés y unas presiones inflacionistas mayores de lo previsto. Esto probablemente constituya un entorno más favorable para las estrategias de retorno absoluto en las que la selección de acciones se basa en los parámetros fundamentales de las empresas, como es el caso de nuestro Janus Henderson Absolute Return Fund.
Por último, también nos alegra saber que se ha aprobado la clasificación del Janus Henderson Absolute Return Fund como fondo conforme al artículo 8, lo cual surtirá efectos a partir del 25 de febrero de 2022. Ello supone un gran aval al reconocer nuestros esfuerzos para integrar las consideraciones medioambientales y sociales en nuestro proceso de inversión. De acuerdo con el Reglamento sobre la divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros (SFDR), las carteras clasificadas conformes al artículo 8 promueven, entre otras, las características medioambientales y sociales.
Estas son las opiniones del autor en el momento de la publicación y pueden diferir de las opiniones de otras personas/equipos de Janus Henderson Investors. Las referencias realizadas a valores concretos no constituyen una recomendación para comprar, vender o mantener ningún valor, estrategia de inversión o sector del mercado, y no deben considerarse rentables. Janus Henderson Investors, su asesor afiliado o sus empleados pueden tener una posición en los valores mencionados.
La rentabilidad histórica no predice las rentabilidades futuras. Todas las cifras de rentabilidad incluyen tanto los aumentos de las rentas como las plusvalías y las pérdidas, pero no refleja las comisiones actuales ni otros gastos del fondo.
La información contenida en el presente artículo no constituye una recomendación de inversion.
No hay garantía de que las tendencias pasadas continúen o de que se cumplan las previsiones.
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